Durante los últimos años y producto de los múltiples avances tecnológicos desde el cloud computing hasta el surgimiento de múltiples plataformas de conectividad online, hemos evidenciado una serie de cambios en las modalidades de trabajo en las empresas, estudios legales e instituciones de diversa índole. De esta forma, muchos cargos y roles que alguna vez necesitaron interacción en persona (es decir, presencial), han podido liberarse de esta limitación, permitiendo el nacimiento de un nuevo enfoque hacia diferentes formas de trabajo remoto y otras flexibilidades laborales.
Esto, que se había observado de manera lenta y sólo para algunos cargos, se convirtió en una necesidad impuesta, tras la pandemia covid-19, en la cual las compañías a nivel mundial se vieron forzadas a implementar el teletrabajo utilizando herramientas de conexión de Microsoft, Google y otras como Zoom. La puesta en marcha del Work-From-Home (WFH) ha sido casi de la noche a la mañana y a nivel mundial, en la cual corporaciones, empresas e instituciones han debido hacer este vuelco para continuar operando. Esta nueva forma de conectividad en el trabajo ha llegado para quedarse y aceleró el fenómeno de productividad sobre presencia. Para que su implementación sea efectiva, nos hemos visto en la obligación de crear un nuevo marco de esquema de trabajo. De otra manera, las distracciones de la vida de hogar/niños, junto a la pérdida de comunicación y roles de liderazgo en la interacción virtual, nos pueden llevar a un desempeño muy deteriorado en el teletrabajo.
Según lo planteado por McKinsey en su artículo “A blueprint for remote working: Lessons from China”, los siguientes tres elementos son los más críticos para lograr la productividad en este nuevo modelo a distancia:
– estructura de equipos de trabajo que permita la toma de decisiones fluidas;
– líderes que establezcan objetivos y mantengan una comunicación efectiva;
– y una cultura de comunidad y trabajo colaborativo.
Implementado correctamente y desglosando ciertos trabajos en componentes, con nuevas rutinas, y maximizando la tecnología para virtualizar algunos de éstos, el trabajo a distancia puede ser una modalidad atractiva para muchas personas. Entre ellas, madres trabajadoras, personas post-edad de jubilación, estudiantes, y profesionales de la Generación Y, siendo estos últimos dos, nativos en la socialización y colaboración online, a quienes, el trabajo a distancia y los horarios flexibles, les son muy natural. Esta creciente demanda por un trabajo con mayor flexibilidad e independencia, se ajusta a los diferentes estilos de vida de las personas y las nuevas plataformas digitales lo están permitiendo.
En definitiva, veremos cómo crecerá el espectro mixto de trabajadores a tiempo completo, medio-día, temporales, contingentes y remotos para satisfacer las fluctuaciones de la demanda. Las compañías que logren administrar estas configuraciones lograrán eficiencia en costos (overhead, inmobiliario), como también mejoras en los tiempos de respuesta de sus equipos de trabajo.
Las implicancias para los Gerentes de las empresas no son pocas, dado que la gestión de esta nueva modalidad de trabajo requiere un significativo liderazgo, como en toda experiencia de gestión de cambio. Las competencias para una buena administración de estos equipos de trabajo mixtos (oficina tiempo completo, part-time y home office) son:
Coordinación: para organizar equipos mixtos y ser buenos Coachs para que la gestión de diferentes equipos fluya y la información se comparta entre colegas. Esto es clave para vencer el aislamiento y lograr la innovación y creatividad entre los equipos de trabajo.
Comunicación: ser capaz de sobre-comunicar para asegurar que todos comprendan sus roles y plazos de entrega.
Observar: Al perder control sobre los empleados en modo teletrabajo, es necesario estar atento a los nuevos ajustes de como los equipos se identifican y comprometen con la empresa.
Soltar: El desafío de evaluar a los ejecutivos en base a sus resultados & desempeño, y no en horas, se hace más complejo con equipos de trabajo mixtos. Sin embargo, se hace crucial este cambio de mentalidad que consiste en fijar metas y dar un paso hacia atrás.
En la medida que la alta dirección de las compañías estén convencidas que obtendrán un mejor desempeño de sus equipos de trabajo al incorporar estos cambios (teletrabajo y otras flexibilidades), deben motivar a todos los Gerentes a pensar en grande. Esta modalidad laboral le puede ofrecer nuevas posibilidades de cómo definir límites y organizar la estructura de trabajo. En esta nueva era, las tareas y rutinas se realizarán de una manera diferente, y la innovación tomará lugar bajo nuevas premisas. Algunas industrias tendrán un avance más rápido que otras en la transformación de este modelo de labores hacia uno más flexible. En ellas se irá desdibujando la distinción entre empleadores, empleados y clientes. Nuestros procesos de búsqueda en Grupo Cinco, deberán incorporar este reto y las competencias requeridas en los cargos gerenciales para alinear, motivar y evaluar de manera efectiva a sus equipos en estos nuevos sistemas de trabajo.
Referencias
The productivity pitfalls of working from home in the age of COVID-19, Stanford news, March 2020
Restarting Work Safely and Under Control, BCG, May 2020
A blueprint for remote working: Lessons from China, McKinsey Digital, March 2020
From thinking about the next normal to making it work, McKinsey & Company, May 2020
Preparing for a new era of knowledge work, McKinsey Quarterly, November 2012